«Una universitaria cursaba el último año de sus estudios. Como suele ser frecuente en el medio universitario, la chica pensaba que era de izquierda y, como tal, estaba a favor de la distribución de la riqueza.
Tenía vergüenza de su padre, un empresario exitoso. Él era de derecha y estaba en contra de los programas socialistas. La mayoría de sus profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada.
Por lo anterior, un día ella decidió enfrentar a su padre. Le habló del materialismo histórico y la dialéctica de Marx tratando de hacerle ver cuan equivocado estaba al defender un sistema tan injusto. En eso, como queriendo hablar de otra cosa, su padre le preguntó: -¿Cómo van tus estudios? -Van bien -respondió la hija, muy orgullosa y contenta-. Tengo promedio de 9, hasta ahora. Me cuesta bastante trabajo, prácticamente no salgo, no tengo novio y duermo cinco horas al día, pero, por eso ando bastante bien, y voy a graduarme en tiempo.
Entonces el padre le pregunta: -Y a tu amiga Melisa, ¿Cómo le va? La hija respondió muy segura: -Bastante mal, Meli no se exime porque no alcanza el 6, apenas tiene 4 de promedio. Pero ella se va a bailar cada semana, pasea, fiesta que hay está presente, estudia lo mínimo, y falta bastante... no creo que se reciba este año.
El padre, mirándola a los ojos, le respondió: - Entonces habla con tus profesores y pídeles que le transfieran 2.5 de los 9 tuyos a ella. Esta sería una buena y equitativa distribución de notas, porque así las dos tendrían 6.5 y se graduarían juntas.
Indignada, ella le respondió:
¡¿Estás borracho?!
¡Me rompo la madre para tener 9 de promedio! ¡
¿Te parece justo que todo mi esfuerzo se lo pasen a una vaga, que no se esfuerza por estudiar?
Aunque la persona con quien tengo que compartir mi sacrificio sea mi mejor amiga... ¡¡No pienso regalarle mi trabajo!!
Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo:
¡Bienvenida a la derecha!
Moraleja: Todos somos rápidos para repartir lo que es ajeno. Este mensaje es muy cortito, tremendamente claro y se aplica 100% a nuestra realidad social.
El pensamiento es de A.Rogers (1931) quien sostiene que
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo... ...es el fin de cualquier Nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola».
El principal problema con esta analogía de A. Rogers es que es simplista porque en la vida real el trabajo es muchas veces mal remunerado y a veces las únicas formas de ganarse la vida que tiene mucha gente (principalmente en el caso de los países pobres) son mediante autoempleo informal, y porque los más ricos en cualquier parte del mundo ganan demasiado como para que se pueda comparar los ingresos obtenidos por el trabajo con las notas obtenidas por aprender (es como si sus notas fueran de 1900.5, por ejemplo). Y por esto la analogía tampoco se aplica "100% a nuestra realidad social". Además de que esa analogía bien puede inducir al error de creer que si uno es pobre lo es necesariamente por ser perezoso como muchos conservadores divulgan.
Y como la no intervención de los Estados en el "mercado" o en la economía necesariamente lleva a una plutocracia tan fuerte que necesariamente causa bastante discriminación y exclusión social, esto hace que sea apenas un mal menor el que dichos Estados quiten algo a los ricos para ayudar a salir de la pobreza a quienes estén en ella, aunque preferiblemente con políticas productivas (y en cuanto a subsidios, quizás solamente en la salud, la educación y los servicios públicos) en vez de con asistencialismo.
Pero las dosis de intervención del Estado en la economía y de ayudas sociales para reducir la desigualdad socioeconómica debería no ser tanta como lo que se suministró en Venezuela, allá con el chavismo ha habido ya mucha intervención a la que se suma un desborde de la corrupción, hasta el punto de que a junio de 2016 la mayoría de la gente consigue poca comida y además están bastante escasos los medicamentos, incluso por la falta de algunos un niño murió de cáncer en estos días.
Yo creo que un buen gobierno tiene que ser no tan capitalista que le importe poco la desigualdad socioeconómica (que ha demostrado ser igual o casi igual de dañina para la sociedad que la pobreza dado que necesariamente nos conduce a la plutocracia y a sus consecuencias indeseadas ya citadas) ni tan "socialista" (expresión que yo más bien prefiero evitar porque se la utiliza demasiado, tanto por los gobiernos comunistas y parecidos para justificar el ejercer dictadura de facto sobre la sociedad, como por los derechistas para descalificar injustamente las posiciones ideológicas de izquierda moderada, especialmente el progresismo o la socialdemocracia, aunque usualmente se consideran lo mismo, y hacerle creer a la gente que esta supuestamente no es diferente del comunismo o dizque conduce a este) o con tanto estado de bienestar que vuelvan mal negocio la producción y el comercio locales, que fue lo que en Venezuela causó el contrabando hacia Colombia (el "bachaqueo") y la escasez local de muchos productos a la fecha. Ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre, reza un dicho. Como, según el libro "Una oveja negra al poder" (por Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz), dijo el expresidente de Uruguay José Mujica, "Por más mierda que sea el capitalismo, es el que ayuda a crecer". Y como ejemplo histórico de mejor administración en este sentido, yo sé de la de Franklin Delano Roosevelt en Estados Unidos en los años 1930 con su política de Nuevo Trato o New Deal.
Hasta donde yo sé, los países en donde están mejor equilibradas las dosis de "capitalismo" (libertad de mercado) y de estado de bienestar actualmente son Francia (hasta antes de la reforma laboral popuesta por el gobierno de François Hollande), Canadá, Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca.
Añadido 14 dic 2019: Existe una adición a esa historia, creo que fue publicada inicialmente en https://enochalvarado.blogspot.com/2008/10/hace-tiempo-que-circula-el-cuento.html (o por lo menos solamente la he visto allá) y demuestra estar mucho más ajustada a la realidad que la historia original:
«La misma estudiante, ya con su “nueva filosofía” entendida, prosiguió sus estudios con normalidad. El año estuvo muy duro, pero aún así sólo requería 5 puntos extra para conseguir entrar a la mejor Universidad por medio de una beca académica. Si no obtenía esos puntos, tendría que conformarse con la Universidad que la aceptara.
Para las calificaciones finales y sabedores de lo difícil que estuvo el semestre, los profesores –en conjunto- encargaron un trabajo con que requería de una larga investigación en enciclopedias y de uso intenso de computadora e Internet. El premio eran 10 puntos extra con los cuales, los alumnos decidirían a qué materias aplicar sus puntos para mejorar sus calificaciones. Nuestra estudiante se quejó con el maestro ya que ella y la mayoría de sus compañeros no tenían enciclopedia ni Internet en casa y que –en un ciber y en la biblioteca escolar- jamás terminarían a tiempo la tarea. Los profesores mantuvieron firme su postura pero permitieron que el trabajo se hiciera en equipos, pero los puntos se repartirían entre todos los participantes del equipo. Sólo tres compañeros tenían computadora en casa y de ellos, solamente Soledad (la “flojita”) tenía ambas cosas. Así que fue de inmediato con su amiga. Ella le respondió:
- Sí puedo hacerlo contigo, pero tengo dos condiciones: una, tú haces todo el trabajo y yo pongo la computadora y mi enciclopedia. Ya que yo pienso irme de vacaciones el fin de semana y dos, como estoy a punto de reprobar, quiero que de los 10 puntos, me des 8. Con estos puntos extra, alcanzaré a pasar en todas las materias y no repetiré el año.
- ¡No es justo! Ya que yo haré todo el trabajo y tú solo pones la computadora y la enciclopedia, al menos deberías darme 5 puntos.
- Lo siento. Si tú no quieres, Lulú está dispuesta, ya que ella sólo necesita esos 2 puntos y tú sabes que Lulú es muy buena estudiante... Decídete pronto, porque no le dije que sí a Lulú de inmediato para "hacerte el favor" a ti.
Con rabia, buscó a los otros compañeros con computadora y pensó que podría “sobrevivir” haciendo viajes de la biblioteca a la casa de ellos para realizar el trabajo. Sin embargo, ambos compañeros, se habían puesto de acuerdo con Soledad y también ofrecían sólo dos puntos de los 10 posibles.
Ella indignada, buscó consejo con su maestro “tutor” y explicó la situación. Su maestro la miró y cariñosamente y le dijo:
¡Bienvenida a la izquierda!»
Finalmente, recomiendo para quienes sepan inglés un sitio web con artículos acertados de opinión sobre por qué es contraproducente para la sociedad el capitalismo desregulado (también llamado capitalismo laissez-faire) que impulsó gente como Milton Friedman y Friedrich von Hayek, por qué nunca funciona la economía del goteo (o "trickle-down economics" como se la llama en inglés) y por qué se necesitan la intervención del estado en la economía y algo de redistribución de la riqueza en la sociedad, se trata de evonomics.com y tiene el lema de "the next evolution of economics" (la siguente evolución en economía). El sitio es principalmente un agregador de artículos publicados inicialmente en otros sitios; solamente uno que otro artículo es original.
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